Libeló
Por Sebastián Defranchesco
una ola te trajo
otra te quitó del sueño a ciegas con agallas de pez
y las nuevas anunciarán que sólo fuiste historia
marea alta, mientras tanto
que de pronto son huellas que se colman
y después se te hace la rabia
con ese aire de lejos
ahora tuyo
donde hallan los fluidos
el ahogo familiar de morir por la boca
– para ejemplar tus ojos compuestos
en arrozales o limos
entre hipos de sake o tereré
inspirándote entonces
hija del asombro
– inclusa en una gota de ámbar
con tu caza detenida en mi mano
como te habrán visto volver
desde el fondo del agua un cielo.