Kamila Shamsie nos invita a descubrir Pakistán a partir de sus migrantes, en este caso particular, residentes británicos. La autora es oriunda de Karachi, la ciudad pakistaní más poblada, y reside en Londres desde el 2007, por lo que habla desde una perspectiva muy cercana a la de sus personajes. Shamsie nació en una familia de intelectuales, escritores y periodistas. Tiene una licenciatura en escritura creativa y una maestría en arte. La escritura es su profesión.

 Los desterrados (2018) es una novela que entremezcla de una forma maravillosa los lazos familiares con el deber civil, lo personal con lo colectivo, debates tan antiguos que se materializan en el presente en esta adaptación de la tragedia de Sófocles, Antígona. 

El libro fue ganador del Women’s Prize el mismo año en que se publicó. 

Tanto en Antígona como en Los desterrados se enfrentan dos nociones del deber representadas a partir de las experiencias de sus personajes. Uno es el deber familiar y religioso, representado por la familia Pasha y sus tres hermanos: Isma, Aneeka y Parvaiz. Por otra parte, la familia Lone representa el deber civil y el cumplimiento de las leyes del Estado. Los Lone incluyen al padre, Karamat, secretario de estado, y a Eamonn, su hijo. 

 Dividida en cinco partes, cada una de ellas cuenta la historia desde la perspectiva de un personaje: Isma, la hermana mayor de los Pasha, quien es como una madre para sus hermanos a partir de la muerte de sus padres, jefa de una familia; Eamonn Lone, hijo del secretario de estado, comete un error tan terrenal como enamorarse de alguien muy inconveniente para los objetivos políticos de su familia; Aneeka Pasha, un personaje determinado quien es capaz de dejarlo todo por amor; Parvaiz Pasha, mellizo de Aneeka, quien buscando una identidad propia que lo una a sus orígenes y a su padre termina aliado a terroristas; Karamat Lone, secretario de estado inglés de ascendencia pakistaní, rechaza sus orígenes para adaptarse a la sociedad de su nuevo hogar.

 «El nombre de su hermano desapareció de la pantalla. Isma se tocó el hombro y se notó los músculos tensos. Los masajeó y comprendió lo que significaba estar sin familia: no había más mano que la suya para aliviar el dolor.»

 Parvaiz es quizás el personaje más trágico de esta historia ya que se encuentra totalmente perdido frente a la vida a diferencia de sus hermanas. El enigma de su padre, como sombra que lo acecha, es una constante a lo largo de la historia. Su padre peleó por los ideales de su pueblo y murió como un mártir para los suyos, sin embargo es públicamente reconocido como un terrorista. ¿Qué versión de la historia es verdadera?

Su juventud, inocencia e incertidumbre llevan al único hijo varón de los Pasha a entablar amistad con Farooq, quien lo convence de abandonar su país de residencia para unirse a movimientos terroristas en medio oriente. Este hecho desencadenará una tragedia desgarradora para las familias involucradas. 

 «Parvaiz dio un sorbo al té – demasiado suave – y miró a su alrededor, tratando de encontrar más pistas de la vida de su yaar. La palabra urdu le parecía más cercana que amigo para explicar lo que sentía con respecto a Farooq. O, todavía mejor, era la expresión jigari dost, un amigo tan íntimo que vive dentro de uno, y de quien no es posible separarse sin sentid una herida profunda, quizá letal.»

 Mucho más que simple narrativa, Los desterrados promueve un mensaje político y social, un análisis de la vida de pueblos juzgados por los medios masivos de comunicación, un dilema entre la familia, la lealtad, lo legal y lo aceptado socialmente. Tiene un trasfondo mucho más rico de lo que podemos apreciar en una lectura simple: invita a leer entre líneas.