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Ocaso

Por Daniela Moiseeff

 

Que el viento amarre con fuerza sus aires de furia
La lluvia contenga hasta el estreñimiento sus gotas de angustia
Y el sol dome cuan jinete fervoroso, sus rayos alborotados

Soberbia oscuridad, temerario silencio

Ha comenzado el anochecer y la locura se lleva a mi padre