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Los muros, la ciudad y el otro

Por Paula Suarez Lopez

26 diciembre, 2022

 

Paula Suárez López  relaciona la historia de los muros para dividir poblaciones, con la tendencia que tenemos a rechazar aquello que nos es intimimante ajeno. Conecta la existencia de estas divisiones sociales hechas de concreto o ladrillo con el concepto lacaniano de extimidad. 

“…un poema es esta ciudad ahora,
a 50 millas de ninguna parte,
a las 9:09 de la mañana,
el sabor a licor y cigarrillos,
sin policía, sin amantes, caminando en las calles,
este poema, esta ciudad, cerrando sus puertas,
fortificada,
casi vacía,
enlutada sin lágrimas, envejecida sin pena…”
“Un poema es una ciudad” – Charles Bukowski

 

 

Intentaré hacer un breve recorrido sobre la angustia y el pánico frente al extranjero[1]Parte de este trabajo fue publicado en “cuadernos tópica nª7” – Violencia y Maltrato (2019). Ed: Ricardo Vergara.. Tendré en cuenta el término extimidad, la segregación y los muros. Es de mi interés detenerme en la posición tomada por el psicoanálisis sobre esta problemática actual…y no tan actual.

Murallas

En la historia de la humanidad, se ubica en la revolución neolítica, el momento en que el ser humano comenzó a ser sedentario, que fue al unísono del dominio de la agricultura y la ganadería, ya los primeros agricultores comenzaron a utilizar una especie de “propiedad privada”, iniciaron trabajos juntos, se agruparon en poblados, generaron un excedente de productos, por lo tanto comenzaron a comercializarlos y es aquí cuando se volvió una necesidad la protección y junto con esto surgieron las jerarquías en las sociedades, los estados y los ejércitos.
Si bien las primeras murallas tuvieron su origen en la prehistoria, estos rústicos muros se fueron refinando al crecer las ciudades en Europa. Los hallazgos arqueológicos hasta el momento realizados, indican que Jericó, es la primera ciudad de la cual se tiene constancia, se edificó hace más de 10.000 años y sus habitantes originarios fueron los cananeos, la misma está ubicada en Palestina, continente asiático.
Por su parte, la Biblia indica que 40 años AC, durante siete días consecutivos, los israelitas, conducidos por Josué, dieron siete vueltas a la muralla de Jericó acompañados por los sacerdotes que hacían sonar unas trompetas, en la última vuelta, la muralla se derrumbó, lo que les permitió tomar la ciudad[2] Josué 6:1-21 Biblia – Antiguo testamento.
Podría creerse que estas primeras ciudades, entendiendo que el peligro se encontraba afuera de la urbe, comenzaron a alzar altos muros alrededor de los castillos, las casas y los mercados. Esto nos lleva a especular con la idea de que el muro tranquilizaba frente a la barbarie externa y que las migraciones masivas no son nada novedosas.
En una nota del diario La Nación del año 2015, se indicaba que en el mundo hasta ese momento al menos, existían 11 muros[3]«11 muros que dividen al mundo» extraído de https://www.lanacion.com.ar/1812899-11-muros-que-todavia-dividen-al-mundoEstos 11 muros son los siguientes: Estados Unidos-México, Ceuta y Melilla, … Continue reading que dividían a pueblos y países. La función de éstos sería básicamente la de reprimir el flujo fluido de las personas de una parte del muro a otra, intentando excluir, rechazar, segregar a poblaciones enteras de ciertos territorios. Me llevó esto a recordarla famosa foto del niño sirio llamado Aylan Kurdi ahogado en una playa griega, mientras él junto a su familia intentaban huir de su país a raíz de una guerra, esta fotografía recorrió el mundo ¿sería posible pensar lo ocurrido como el retorno de lo reprimido planteado por Freud? eso de lo cual no se quiere saber, pero…del mismo modo se presenta.

“Precisamente son los muros, los que, con su presencia, intentan una homogenización, ocultando las singularidades, bajo los términos del adentro y del afuera. Esta homogenización se encuentra en consonancia con la que intenta la ciencia, pero el psicoanálisis está situado al reverso, porque apunta a la singularidad del síntoma y el fantasma, dando lugar al modo singular de gozar de cada uno. Se apuesta al surgimiento del ser hablante y esto hace tope al modelo del discurso capitalista.”

Ciudad pánico

El arquitecto francés Paul Virilo, autor del libro “Ciudad Pánico” revela que la ciudad pasa de ser un símbolo de civilización a un escenario privilegiado para el desastre. El subtítulo de este mismo libro es “el afuera comienza aquí”, lo que nos lleva a preguntarnos ¿en qué dirección se podría ubicar un adentro y un afuera?.
Podríamos pensarlo en relación al curso Extimidad, especialmente en el capítulo III donde Miller señala lo siguiente “…y resulta tanto más sabroso cuanto que son los mismos que querían afrancesar pueblos enteros los que hoy no pueden soportarlos en el subterráneo”[4]Jacques-Alain Miller, «Extimidad» pág. 50.. Bauman advertía la preocupación que genera la figura del extraño, ya que es impredecible, se los conoce poco, no se sabe sobre sus intenciones, por lo tanto perdemos el control, ese mismo otro es quien nos quita.
Los extranjeros buscan en las grandes ciudades una seguridad económica y social, que generalmente no obtienen. Muchos de los ciudadanos locales tienen la creencia de que esto traerá inestabilidad a su estilo de vida, mientras tanto, una clase más acomodada se van a otro COUNTRY intentando escapar de ellos, generando muros propios y privados que los protejan de esa inseguridad de la vida pobre. Adentro de estos muros no se ve la pobreza, se aprecia de este modo el gran poder de la invisibilidad.
En relación a esto, el arquitecto tucumano César Pelli, en una nota que le realizó el diario La Nación en el año 2016, explicó que «Los countries son malsanos, dividen a la población en vez de unirla. Son sinónimo de miedo»[5]Entrevista a César Pelli: «Los countries son malsanos, dividen a la población» por Gabriela Origlia. Diario la Nación, 21 de abril del año 2016. Extraído de … Continue reading y agregó que jamás construiría ni un country ni cárceles.
El muro divide generando de este modo que de ambos lados se ubiquen sujetos formando grupos con características determinadas. Esto tampoco es nuevo, Lacan ya lo advertía:
“Este sujeto puro por supuesto que no existe en ningún lugar, salvo como sujeto del saber científico. Es un sujeto del que una parte está velada, justamente aquella que se expresa en la estructura del fantasma, a saber, que comporta otra mitad del sujeto que es su relación con el objeto a (…) Sólo que hay un precio a pagar, es que, probablemente en razón de esta estructura profunda los progresos de la civilización universal van a traducirse no solamente por un cierto malestar que Freud advirtió, sino por una práctica que se va a extender cada vez más, sin dar a ver inmediatamente su rostro: la segregación(…)”[6]Lacan, Jacques. Inédito. Año 1967.

 

No hay muro que alcance

Frente a la creencia de que todo terrorista es extranjero, nos encontramos con la sorpresa de que hay terroristas nacionales[7]Zygmunt Bauman «Extraños llamando a la puerta» Pág. 33., la extimidad hecha carne, el “Otro de adentro”[8]Jacques-Alain Miller «Extimidad» pág. 43, estaría relacionado esto con el mismo modo de proyección, aquello que rechazo de mí mismo, lo proyecto en el otro, lo sanciono y lo odio por ello.
Lacan, en el Seminario 17 «El reverso del Psicoanálisis» del año 1969/1970 planteaba que hay una segregación estructural, ya que cada uno tiene su propio modo específico de satisfacción, esto mismo es lo que no permite hacer masa, por ejemplo, pensar en el musulmán como terrorista es una respuesta hostil y fantasmática. Al segregarlo, pierde la posibilidad de tomar la palabra como sujeto y se lo deshumaniza.
En el mundo actual nos encontramos con cuerpos que estallan, torres que caen en medio de la ciudad, vehículos circulando a toda marcha por veredas pobladas sin previo aviso, solo por mencionar algunos acontecimientos. Ahora el pánico es frente al vecino, el cual se encuentra de mí mismo lado del muro, puede volar por los aires y no es detectado por la tele-vigilancia constante. Aquella concepción de que el muro frenaba, distanciaba y protegía sobre la barbarie externa; cae.
Para considerar ciertas cuestiones sobre el pánico es necesario remitirse al término angustia, en el seminario 10 Lacan explica “…lo Unheimlich lo que surge en el lugar donde debería estar en menos phi…es que la falta viene a faltar”[9]Lacan, Jacques. Seminario 10 página 52., por lo tanto, la angustia a modo de pánico surge cuando aparece algo del orden de lo inquietante y agrega:
“…lo horrible, lo oscuro, lo inquietante…es enmarcado como se sitúa el campo de la angustia…Súbditamente, de golpe – siempre encontrarán ustedes este término en el momento de entrada en el fenómeno de lo unheimlich. Siempre encontrarán la escena que se plantea en su dimensión propia, y que permite que surja aquello que, en el mundo, no puede decirse”[10] Lacan, Jacques. Seminario 10 página 86.

 

Palabras finales

Desde el psicoanálisis sostenemos que “ser un inmigrante es el estatuto mismo del sujeto en el psicoanálisis. El sujeto como tal, definido por su lugar en el Otro, es un inmigrante”[11]Jacques-Alain Miller «Extimidad» Pag. 43. Bibliografía -Anónimo “La Biblia”. Ed. Artes Gráficas Carasa. España, Madrid (1994) -Bauman, Zygmunt “Extraños llamando a la puerta”. Ed. … Continue reading. Si bien el psicoanálisis no es para todos y no es sin angustia, nos orientamos a trabajar sobre la singularidad de cada sujeto. Desde este discurso, analizamos individuos como sujetos, intervenimos sobre las identificaciones, lo cual trae aparejado sujetos menos frenéticos y fanáticos.

 

Precisamente son los muros, los que, con su presencia, intentan una homogenización, ocultando las singularidades, bajo los términos del adentro y del afuera. Esta homogenización se encuentra en consonancia con la que intenta la ciencia, pero el psicoanálisis está situado al reverso, porque apunta a la singularidad del síntoma y el fantasma, dando lugar al modo singular de gozar de cada uno. Se apuesta al surgimiento del ser hablante y esto hace tope al modelo del discurso capitalista.

 

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