“Emilio Gentile, historiador, aclara que las innovaciones durante el período fascistas con la creación de mitos, símbolos y ritos ayudaron a prolongar el poder político, sobre todo de Benito Mussolini. A raíz de estas nuevas prácticas, se fueron dando numerosos desarrollos a nivel social desde un aspecto religioso para la conformación de nuevas creencias.”

A lo largo del film podemos notar un clima tenso entre los personajes que estaban en contra del régimen fascista, debido a la censura y a la represión que existía en la época representada. Claramente la película nos manifiesta la profunda crisis del liberalismo existente, como destaca el historiador Eric Hobsbawm, ya no era importante “el respeto del sistema constitucional con gobiernos libremente elegidos y asambleas representativas que garantizaban el imperio de la ley, y un conjunto aceptado de derechos y libertades de los ciudadanos, como las libertades de expresión, de opinión y de reunión.” sino que esos valores se habían dejado de lado luego de la primera guerra mundial. A partir de ese momento se registró un retroceso de las instituciones políticas liberales, dando paso al ascenso de los totalitarismos. Estos últimos habían surgido en defensa frente a la amenaza socialista, aprovechando el descontento de los soldados y de la sociedad después de la Gran Guerra. Podemos notar a través de la película, que el fascismo iba más allá de las cuestiones políticas y como afirman Fernández García y Rodríguez Jiménez “Fue, antes de ser otra cosa, un fenómeno cultural, una forma de pensamiento enraizada en la cultura europea”^[1]FERNANDEZ GARCIA, Antonio y RODRÍGUEZ JIMÉNEZ, José Luis “Fascismo y neofascismo”. Ed. Arco/Libros. Madrid. 1996. P.9. El régimen fascista como afirman estos autores se nutría de la violencia y del nacionalismo para atraer a la masas, y como podemos ver a través de la película, el personaje de Spatoletti representa y reivindica estos valores. Además el fascismo buscaba frenar la revolución proletaria, y como podemos observar en la película se descalificaban a los partidos políticos de izquierda, y considerando que también la película de estrenó en 1973, plena guerra fría, dónde se puede observar un doble mensaje político con la ridiculización del protagonista y su relación con el anarquismo.

Como afirman los autores ya citados el fascismo “exalta el poder del Estado, la desigualdad de los seres humanos, la concentración de los resortes del mando en un hombre carismático, el carácter ilimitado en el ejercicio del poder…”. La crisis de la razón producida luego de la primera guerra mundial fomentó la irracionalidad del pensamiento y de la conducta, utilizados por el régimen para obtener el apoyo de las masas y la legitimidad necesaria como para fundamentar sus acciones. 

Analizando a partir el minuto 50 de la película podemos notar a Spatoletti recordar cuando salían con el escuadrón a “cazar” y a torturar anarquista, revalorizando la violencia y como sostienen Fernandez Garcia y Rodriguez Jimenez “…la persecución del enemigo-víctima contribuye a despertar la camaradería de los verdugos, genera lazos de adhesión a la causa, adormece el sentimiento ético e insufla en los ánimos de los seguidores cierto orgullo de ser superior.”^[2]IDEM P.12. El personaje de Spatoletti todo el tiempo valoriza la figura de Mussolini y recalca sus cualidades de “superhombre” debido a que “ El culto al hombre providencial, el Duce, se convirtió en liturgia diaria”^[3]IDEM P.26   Bibliografía ● FERNANDEZ GARCIA y RODRÍGUEZ JIMÉNEZ, José Luis “Fascismo y neofascismo”. Ed. Arco/Libros. Madrid. 1996. P.9 ● FERNANDEZ GARCIA y RODRÍGUEZ JIMÉNEZ, … Continue reading para los seguidores del régimen.

Emilio Gentile, historiador, aclara que las innovaciones durante el período fascistas con la creación de mitos, símbolos y ritos ayudaron a prolongar el poder político, sobre todo de Benito Mussolini. A raíz de estas nuevas prácticas, se fueron dando numerosos desarrollos a nivel social desde un aspecto religioso para la conformación de nuevas creencias. Esta forma nueva de hacer política en un mundo modernizante se le llamó, según Gentile, “nueva religión”, plasmada en la historia y en la política. Comparándose con la tiranía, el  totalitarismo se lo clasifica como, dicho exactamente por el autor, como una sacralización de lo político. Esta sacralización es una concepción moderna con elementos clásicos, al igual que los mitos. Si bien el fascismo incorporó a la vida política una laicidad mediante la incorporación de un culto expandiéndose hacia las masas con el objetivo de crear un hombre nuevo, es decir un ciudadano servil para aquel nuevo Estado que se estaba conformando como forma de educar a la ciudadanía y modelar la vida social de todos. Este modelo fracasó, para Gentile la causa fue el experimento mismo de su política totalitaria. 

En el caso del partido fascista, Italia estaba y sigue estando repleta de significados históricos que hacen a la creación de la sociedad con epicentro en Roma. Para esta ciudad las fuentes históricas van a estar plasmadas en los monumentos, principalmente creados en una época heroica, representados muchas veces, a su vez, por estatuas de dicho emperador que llevó Roma a la gloria. Esa gloria es lo que enmarca en la legitimación del fascismo para incorporar a las masas italianas a la unidad, el orden y la verdadera civilización heredada desde el Imperio romano. En el extracto de la película se puede observar, incluso de noche, en la oscuridad sin ningún alma en las calles y en los epicentros, los mitos y héroes que hicieron grande a Roma y que incluso es esa grandeza que, según Spatoletti, hace a Mussolini no un tirano o dictador sino el jefe y el que traerá la paz contra todo anarquista que no quiera a la italiana del siglo XX unificada, no como en el Imperio antiguo, sino unificada desde el aspecto de la civilización y de la hombría que llevaría a todos los hombres a ser una gran civilización, lo que Gentile llamaría el “hombre nuevo”.